Arturo y Yo, celebrando nuestroTercer Aniversario. |
Mis amigos separados no se cansan de preguntar como
logré estar casado 30 años con la misma
mujer. Las mujeres siempre más maliciosas que
los hombres, no le preguntan a mi esposa como
ella puede estar casada con el mismo hombre, pero sí
como ella puede estar casada conmigo!
Los jóvenes son los que hacen las preguntas correctas,
o sea, quieren conocer el secreto para mantener un
matrimonio por tanto tiempo. Nadie enseña eso en
las escuelas, al contrario. No soy un
especialista en el ramo, como todos saben, pero dicho
esto, mi respuesta es más o menos la siguiente:
Hoy en día el divorcio es inevitable, no se
puede escapar. Nadie aguanta convivir con la misma persona
por una eternidad. Yo, en realidad ya
estoy en mi tercer matrimonio - la única
diferencia es que me casé tres veces con la misma
mujer.
Mi esposa, si no me engañó, está en su quinto
matrimonio, porque ella pensó en agarrar las
maletas más veces que yo. El secreto del matrimonio no
es la armonía eterna. Después de
los inevitables encontronazos, la solución es
ponderar, calmarse y comenzar de nuevo con la
misma mujer. El secreto en el fondo, es renovar el
matrimonio y no buscar uno nuevo. Eso exige algunos
cuidados y preocupaciones que son olvidados en el día
a día de la pareja.
De tiempo en tiempo, es necesario renovar la relación. De
tiempo en tiempo es necesario volver a enamorar, volver
a cortejar, seducir y ser seducido. Hace cuanto
tiempo ustedes no salen a bailar? Hace cuanto
tiempo no intentas conquistarla o conquistarlo como si
tu par fuera un pretendiente en
potencial?
Hace cuanto tiempo no hacen una luna de miel, sin los hijos
eternamente peleando para tener su irrestricta
atención? Sin hablar de los innúmeros kilos que
aumentaste después del matrimonio. Marido
y mujer que se separan pierden 10 kg en un solo mes
por qué ustedes no pueden hacer lo mismo?
Imagínate que estás con una nueva conquista. Si
fuera una relación nueva, seguramente pasarías a
frecuentar lugares nuevos y desconocidos, cambiarías
de casa o apartamento, cambiarías tu vestimenta,
los discos, el corte de cabello, el
maquillaje. Pero todo eso puede hacerse sin que te
separes de tu cónyuge. Vamos a ser honestos: nadie
aguanta la misma mujer o el mismo hombre por treinta
años con la misma ropa, el mismo labial, con los mismos
amigos, con los mismos chistes.
Muchas veces no es tu esposa que se está poniendo
fastidiosa y vieja, eres tú, son tus propios
muebles con la misma curtida decoración. Si te
divorciaras, seguramente cambiarías todo, que es justamente
uno de los placeres de la separación.
Quien se separa se encanta con la nueva vida, la nueva
casa, la nueva urbanización, un nuevo círculo de
amigos. No es necesario un divorcio litigioso
para tener todo eso. Basta cambiar de lugares e
intereses y no acomodarse. Eso obviamente cuesta caro y
muchas uniones se quiebran porque la pareja
se rehúsa a pagar esos pequeños costos necesarios para
renovar un matrimonio.
Pero si te separas tu nueva esposa va a querer nuevos
hijos, nuevos muebles, nuevas ropas y además tendrás
que pagar la pensión de los hijos del matrimonio
anterior. No existe esa tal "estabilidad del
matrimonio" ni esta debería ser anhelada. El
mundo cambia, y tú
también, tu marido, tu esposa,
tu urbanización y tus amigos. La mejor estrategia
para salvar un matrimonio no es
mantener una "relación estable", mas
sí saber cambiar juntos. Todo cónyuge necesita
evolucionar, estudiar, especializarse, interesarse por
cosas que jamás habría pensado hacer al principio
del matrimonio.
Tú haces eso constantemente en el trabajo, por qué no
hacerlo en la propia familia? Es lo que tus hijos hacen
desde que vinieron al mundo. Por lo tanto,
descubran la nueva mujer o el nuevo hombre que vive a
su lado, en vez de salir por ahí
intentando descubrir un nuevo par. Tengo la
seguridad de que sus hijos los respetarán por la decisión
de mantenerse juntos y aprenderán la
importante lección de cómo crecer
y evolucionar unidos, a pesar de los
inconvenientes. Peleas y discusiones
siempre ocurrirán: por eso, de vez en cuando,
es necesario casarse de nuevo, pero intente
hacerlo siempre con el mismo par.
Mucho éxito!!!